ROSALBA CASAS

INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES, UNAM

 

Introducción[1]

 

La producción y transmisión del conocimiento es un tema actual de reflexión en el campo de los estudios sociales de la ciencia y la tecnología. Los modelos llamados interactivos están reemplazando el modelo utilizado anteriormente llamado “modelo lineal” (Gibbons et al, 1994) o modelo de innovación ligado a una cadena (Senker y Faulkner, 1996). Esta preocupación está presente actualmente tanto en los campos de la sociología y la antropología de la ciencia, la tecnología y la innovación, como en los estudios desde la perspectiva de la economía.

En los países desarrollados, este tema se centra fundamentalmente en la preocupación por conocer el tipo específico de conocimiento que es utilizado en el curso de los procesos de innovación. Las fuentes externas a las empresas han sido consideradas como un tema central en este análisis en donde las instituciones de investigación, los proveedores, los competidores, los usuarios, los consumidores y los distribuidores, contribuyen al desarrollo exitoso de la innovación (Steward y Conway, 1996).

En América Latina se ha avanzado en el análisis de la forma como se producen los conocimientos[2], pero se ha considerado muy poco el análisis de las formas en que estos se transmiten a diferentes sectores de la sociedad. Se parte del hecho de la escasa interacción que se genera entre los centros productores de conocimiento y quienes los podrían utilizar. Diversos estudios han demostrado en términos cuantitativos los escasos alcances de las interacciones entre academia y sectores productivos, sobre todo si se les analiza desde la perspectiva de la transferencia de tecnología y de las innovaciones exitosas.

Sin embargo, argumentamos que el enfoque para analizar el tema de las relaciones entre la academia y los sectores productivos debe ser distinto al que intenta encontrar exclusivamente transferencia tecnológica. Puesto que las actividades de innovación son escasas en los países de América Latina y en particular en México, la preocupación que nos mueve a analizar estas interacciones radica en considerar las redes de conocimiento y los flujos de estos entre distintos sectores, para poder documentar si el conocimiento adquirido y producido en las universidades y centros de investigación está siendo transmitido a los sectores productivos y si el conocimiento técnico acumulado en sectores representa un factor importante para el desarrollo de nuevo conocimiento científico y tecnológico.

Aunque en los países desarrollados se ha documentado que el conocimiento generado en las instituciones académicas de investigación es una fuente limitada para los procesos de innovación en las empresas (1996), otros estudios (Rosenberg and Nelson (1994); OECD (1996); Mansfield (1991); Etzkowitz y Leydesdorff (1997); Nelson (1993); Edquist y Lundvall (1993) y Johnson y Lundvall (1994) han documentado que el conocimiento generado en la academia es una fuente que incide indirectamente en los procesos de innovación y que cada vez está probando ser más importante. Esto ha llevado a que en estos países se profundice en el análisis de las fuentes externas que interviene en los procesos de innovación en las empresas.

El interés central de la investigación en la que se inscribe este trabajo consiste en conocer cómo se producen estos intercambios o transacciones de conocimientos y mediante qué mecanismos se transfieren en los dos sentidos. Para ello es importante considerar tanto las características de las capacidades científicas y tecnológicas que han acumulado nuestros países, como el análisis de las distintas formas que adopta la construcción de redes que hace posible la transmisión de conocimientos a distintos sectores de la sociedad (productivos, sociales, gubernamentales). Es decir, ¿cuáles son las condiciones que  inducen a que los centros de investigación y los sectores productivos construyan redes de conocimiento? ¿Cuál es la función y características de estas redes y qué tipo de conocimiento fluye a través de ellas? Se ha argumentado por autores del mundo desarrollado que una condición que ha generado la intensificación en la generación de redes, es la situación de incertidumbre por la que atraviesan los sectores productivos a nivel mundial. Pero también se ha expresado que esto se debe a la dimensión sistémica de la tecnología de la que resulta que la cooperación técnica es fundamental en la búsqueda de grandes ganancias. No obstante la visión para nuestros países en la construcción de redes para generar y transmitir conocimientos se apoyaría más en la idea de construir esa colaboración técnico científica para apoyar procesos en atención a las necesidades sociales locales y regionales. Es decir, hacer llegar el conocimiento a los sectores que requieren de él.

Las características específicas con las que se producen los conocimientos por campos disciplinarios así como por tipo de instituciones, son elementos importantes que inciden en las formas en que estos son transmitidos a la sociedad. Es decir, en algunas disciplinas la transmisión será más directa e inmediata en tanto que en otras los conocimientos tendrán  una mayor dificultad para llegar a sectores específicos. Sin embargo, planteamos que esta argumentación solo podrá ser alimentada mediante un trabajo empírico profundo y riguroso, que requiere la formulación de un enfoque metodológico idóneo a las características específicas de las formas de producción de conocimiento en los países latinoamericanos.

Por las razones antes expuestas, este trabajo tiene como objetivo presentar los avances en la elaboración de una metodología para el análisis de la formación de redes y la transmisión de los conocimientos[3], particularmente entre las universidades, los institutos y centros de investigación y los sectores productivos, que considere tanto un enfoque regional, como el impacto en problemáticas de interés social[4].

La propuesta metodológica que se presenta en este trabajo se sustenta en investigaciones que hemos realizado con anterioridad (Casas y Luna, coord., 1997; Casas, De Gortari y Santos, 2000; Casas, (coord.), 2001) y en trabajos en curso y combina aspectos conceptuales y metodológicos de diversos enfoques desarrollados en el campo de estudios sociales de la ciencia, la tecnología y la innovación (Callon, 1998; DeBresson y Amese, 1991; Edquist, 1997; Etzkowitz y Leydesdorff, 1997; FSC, 1996;  Latour, 1998; Rosenberg, 1991; Schuetze, 1996). Esta propuesta tiene como finalidad generar elementos para analizar la forma en que se construyen las redes y se generan flujos de conocimiento entre distintos sectores. Mediante el análisis empírico a profundidad y la aplicación de una metodología adecuada, se podrían generar resultados que creemos podrían ser relevantes para el diseño de estrategias y de políticas de ciencia, tecnología e innovación, que impulsen la creación de redes y el flujo de los conocimientos acumulados en distintas instituciones y regiones de nuestros países en favor del desarrollo económico y social.

En el análisis de redes de conocimiento y de flujos entre los sectores público y privado ha habido avances a nivel internacional, que consideramos como punto de partida para construir la metodología de análisis. La noción de redes y flujos de conocimiento tiene su marco de referencia en los análisis de vinculación académica y sectores productivos que han estado dominados durante muchos años por los administradores y gestores de tecnología. En los últimos años se ha empezado a gestar una corriente sociológica que ha puesto el énfasis en explicar esta relación en términos de los procesos de interacción social que están en la base del desarrollo y transmisión de conocimientos. En este sentido los conceptos de redes de sociales y de flujos de conocimiento constituyen, desde nuestra perspectiva, nociones básicas para generar un nuevo enfoque para el análisis de la relación academia y sectores productivos.

 

 

  1. Ideas básicas para el análisis de redes de conocimiento

 

a) Sobre la noción de redes

Algunos autores sostienen que la situación de globalización ha intensificado la formación de redes locales y/o regionales. La globalización, apuntan “se refiere a la telaraña de vinculaciones e interconexiones entre los estados, sociedades y organizaciones que forman el sistema económico mundial. La globalización crea nuevas estructuras y nuevas relaciones, con el resultado de que las decisiones de negocios en un lado del mundo tienen consecuencias significativas en otros lugares (Zoltan (2000:1). Sin embargo, otros autores sostienen que existe una nueva lógica paradójica en la que el sistema de producción mundial se conduce tanto hacia un incremento en el grado de globalización como un incremento en el grado de regionalización subnacional (Acs, De la Mothe y Paquet, 2000). Estos autores afirman que en la medida en que la globalización prosigue, la desintegración nacional ocurre y los componentes subnacionales ganan más importancia. Por lo tanto el enfocarse en unidades de análisis locales proveerá mejores hallazgos sobre lo que es el mundo real de la producción y mejores niveles de intervención de políticas para la innovación (p. 49).

Hage y Alter (1997), sostienen que la nueva economía política postula que el mercado no es la única forma de coordinación de la actividad económica, sino que también existen diversos tipos de arreglos institucionales, que se combinan y complementan y que tienen diversos mecanismos y objetivos. Dentro de esta corriente una manera clásica de definir las redes es en términos de la polaridad: relaciones obligatorias y relaciones guiadas por el interés propio.

Además de la situación anterior las formas de producción de conocimiento están cambiando, es decir, la ciencia y la tecnología no son procesos separados, por lo que es importante analizar cómo se complementan en la práctica para lo cual la noción de redes es de gran ayuda metodológica.

La noción de red ha sido utilizada en diferentes disciplinas sociales y ha estado en boga en distintos momentos. Es un concepto clásico en los estudios sociológicos y de antropología social que fue utilizado ampliamente durante los años sesenta y setenta (Mitchell, 1973), de donde se han desprendido conceptos tales como redes de intercambio y redes de poder. La idea de red social establece que todas las estructuras sociales pueden ser conceptualizadas como redes, en donde los nodos representan a los actores y las áreas que conectan los nodos representan relaciones entre actores (Hedstrom y Swedberg, 1994). Es decir, es una forma de concebir la interacción social, concepto fundamental en el ámbito sociológico. De aquí se han derivado diversas aplicaciones en las ciencias sociales como la teoría de grafos, los modelos estocásticos, los modelos de bloques, de donde se desprende, desde la perspectiva de Johnston (1994: 116), evidencia de que la teoría estructural o de redes está emergiendo.

El concepto de redes también ha sido usado ampliamente en la ingeniería sobre todo por lo que se refiere al enfoque de sistemas complejos, en particular en el área de comunicaciones y transportes. En la década de los años ochenta el concepto se convirtió en una de las metáforas de moda en las ciencias sociales, así como en la mercadotecnia y en la geografía industrial (De Bresson y Amesse, 1991:363). En este sentido, de acuerdo a estos autores la metáfora de redes capta algunas de las características esenciales de las relaciones entre oferente y usuario, conglomerados regionales y alianzas estratégicas técnicas internacionales.

Como parte de la teoría estructural durante los años noventa se desarrolla también el concepto de redes de poder (Knoke, 1990) para analizar la distribución de poder en los sistemas sociales y que se deriva de redes de relaciones sociales. Estas redes de poder son analizadas mediante varios atributos interesantes que se sintetizan en la influencia y dominación. Los procesos de comunicación en el análisis de estas redes son fundamentales, ya que es el proceso central a través del cual los actores determinan y expresan sus intereses en un evento político. Pero también es un proceso importante para la dispersión de las innovaciones técnicas, asienta el autor. Los conceptos de centralidad e intercambio adquieren gran relevancia en este enfoque. Se trata de un enfoque relevante para nuestro análisis de redes de conocimiento, que también podrían ser concebidas como redes de comunicación y de poder.

Teubal, Yinnon y Ziscovitch (1991) sostienen que el fenómeno de las redes ha adquirido importancia debido a la actual revolución tecnológica. Las tecnologías de información generan la necesidad de coordinación entre empresas, entre especializaciones técnicas, las cuales cuando se acoplan a las necesidades de la rápida adaptación del ambiente económico llevan a patrones flexibles y coherentes de relaciones entre las empresas (381).

Los economistas han utilizado el concepto de red para tratar de avanzar en la comprensión de los procesos de innovación y en particular para analizar el conjunto de empresas que trabajan juntas y que hacen posible la innovación (redes de empresas innovadoras) aspecto que se relaciona con el concepto de redes de organizaciones. En este sentido la idea de redes aplicada por los economistas está acotada a estos fenómenos, que desde nuestra perspectiva no expresan el conjunto de interacciones sociales y de intercambios sobre los que se construye y transmite el conocimiento. Además, los economistas de la innovación han adoptado también otros conceptos tales como redes de información y colaboración (Freeman, 1991). En el ámbito económico las redes son concebidas como la forma requerida para asegurar el éxito de la innovación.

De Bresson y Amesse argumentan que el análisis de redes de innovadores se ha ido complementando con otros enfoques que se generaron a principio de los años noventa: la creación sinergética de conocimiento a través de la interacción o del aprendizaje interactivo (Lundvall, 1990, 1992, 2000); la acumulación tecnológica dinámica (Pavitt y Townsend, 1989) y el aprendizaje social (Wellman y Berkowitz, 1988). Por su parte Teubal et al (1991), sostienen que todas las redes involucran flujos de información entre varios de los nodos de la red. Estos autores destacan que las redes son importantes ya que son un elemento crítico de la formación de mercados, mediante su contribución al aprendizaje, especialmente a la generación de un amplio bagaje de conocimiento relacionado con los bienes de capital en cuestión (p. 382). Estos autores sostienen también que el desarrollo de redes es un proceso evolutivo disparado por la innovación, en el que el aprendizaje es un aspecto central (p. 383).

Lo que advierten De Bresson y Amesse, es que estas metáforas como la de red cuando son utilizadas en intercambios interdisciplinarios pueden tener tantos significados que pueden conducir a una gran confusión. Esto desde nuestra perspectiva está sucediendo con la utilización del concepto de red en el campo de estudios sociales de la ciencia, la tecnología y la innovación.

En 1991 Freeman argumentaba que desde hace mucho tiempo el trabajo empírico y teórico ha demostrado la importancia que para la innovación exitosa han tenido tanto las redes externas de información como de colaboración, por lo que afirma que la idea no es nueva. A principios de los noventa Saxenian (1991), hablaba de redes de producción[5] al analizar las empresas de sistemas de computación en Sillicon Valley, que ayudan a mantener el dinamismo tecnológico en una economía regional. Más recientemente los economistas hablan de redes de innovación o de innovadores, en tanto que los sociólogos y antropólogos que siguen a Callon (1989) hablan de redes de actores y redes sociotécnicas que explican el proceso de innovación.

Sin el propósito de hacer aún más complejo este panorama sugerimos el concepto de redes de conocimiento. Cuando el concepto de redes se aplica al análisis de las relaciones entre los diferentes actores que intervienen en el proceso de generación y transmisión de conocimientos, para efectos de nuestra metodología las concebimos como redes de conocimiento. Desde nuestra perspectiva estas redes se construyen mediante intercambios entre un conjunto de actores que tienen intereses comunes en el desarrollo o aplicación del conocimiento para un propósito específico, sea este científico, de desarrollo tecnológico y de mejoramiento de procesos productivos. Esto puede concebirse como un proceso de transacción (Mitchell, 1973) de conocimiento, aunque no desde una perspectiva económica, ya que el conocimiento se transmite principalmente por vía tácita, proceso mediante el cual se genera la apropiación del conocimiento. A diferencia del concepto de redes de innovadores utilizado por los economistas y que implica una transacción tecnológica, el concepto de redes de conocimiento no se finca en un intercambio de tecnología sino de conocimiento que puede ser previo a un desarrollo tecnológico. Esta idea tiene gran importancia para caracterizar el tipo de relaciones e intercambios que se generan en México como en otros países de América Latina y que están sustentados mayormente en un intercambio de conocimientos y no propiamente de tecnología.

Una pregunta de investigación que surge aquí es si las redes de conocimiento son un elemento integrante de las redes de innovadores o si estas últimas por el contrario forman parte de las primeras. Si la tecnología se considera como conocimiento, entonces las redes de innovadores formarían parte de un concepto más amplio que sería el de redes de conocimiento. Este último concepto deja abierta la puerta para incluir situaciones en las que lo que se transmite o intercambia entre los sectores académicos y productivos es conocimiento tácito o codificado, ya conocido o nuevo, pero cuya aplicación no implica una innovación ni una transferencia de tecnología, pero sí un mejoramiento de sistemas de producción o de aspectos organizativos. En este sentido la pregunta que surge es: ¿son las redes de conocimiento un estadio previo a la construcción de redes de innovadores?, ¿ podemos encontrar de manera diferenciada estos dos tipos de redes?, ¿estamos hablando de los mismo los economistas de la innovación y los sociólogos de la ciencia y la tecnología, o cada uno se aboca a fenómenos distintos?

Un problema conceptual que surge en la definición de la idea de redes de conocimiento es el que se refiere a la diferencia entre información y conocimiento. Se ha definido que el conocimiento es como la luz, no pesa, es intangible y viaja a través del mundo (WB, 1998/99:1). Quandt (2000) afirma que la información está disponible a nivel mundial, es la información genérica sobre los productos y mercados, por lo que sus fuentes son las publicaciones y el Internet. El conocimiento se refiere a algo específico acerca de un componente o la manera de mejorar un producto o un proceso, aspectos que afirma el autor, se transmiten en relaciones cara a cara mediadas por la confianza.

No todo el conocimiento es público y accesible a cualquiera que lo necesite. Se ha también establecido que existen diferentes tipos de conocimiento: el conocimiento acerca de la tecnología, que también se llama conocimiento técnico o simplemente know how que tiene que ver con capacidades de ciencia y tecnología y el conocimiento acerca de los atributos, tales como calidad de productos, diligencia de los trabajadores y que tienen que ver más con la idea de acceso a información (WB, 1998/99:1). Sin embargo ambos tipos de conocimiento son importantes, aunque si es conveniente analizarlos en su papel e impacto en la construcción de redes de conocimiento. Para los propósitos de nuestra investigación las redes de conocimiento pueden sustentarse en los elementos expresados en este párrafo, es decir en el conocimiento técnico y en la información.

 

b) Características genéricas de las redes y tipología

Los trabajos clásicos de Clyde Mitchell (1969, 1973 y 1974) son de gran utilidad para la definición de nuestra metodología, ya que definen un conjunto de características que son propias a los distintos tipos de redes sociales o a los distintos contextos en que estas se analizan. Mitchell hace una diferenciación entre las características morfológicas y las características interaccionales. En el siguiente cuadro se resumen y describen brevemente.

Las características incluidas en el cuadro que fueron aplicadas al análisis de distintos tipos de redes sociales, resultan relevantes para el análisis de redes de innovación o de conocimiento. Otros autores han empleado conceptos alternativos para caracterizar a estos atributos. Así, De Bresson y Amesse (1991), señalan que las redes de innovadores son generalmente flojas, informales, implícitas y sistemas de relaciones recombinables, a pesar de que algunas de las redes exitosas pueden durar varias décadas. Es decir, que son procesos que se construyen, cambian y desaparecen en el tiempo por lo que no pueden ser caracterizadas como estructuras fijas y estables, por lo que el análisis de la dinámica o la génesis en su construcción es fundamental para su comprensión y explicación. Otros autores han señalado la característica de flexibilidad de las redes, sobre todo por lo que se refiere a la explotación de oportunidades para la recombinación de varios componentes.

 

 

CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS

 

 

CARACTERISTICAS INTERACCIONALES

1)                  Anclaje de la red. Es necesario ubicar un punto metodológico de construcción de la red. Estrella primaria, estrella secundaria. Mapa de las relaciones.

2)                  Accesibilidad de la red: Uso de las relaciones en una red. Relaciones de poder.

3)                  Densidad de la red: Qué tanto una red de relaciones es compacta o no. Motivos que pueden aglutinar a las personas. Red de relaciones alta o pobremente densas.

4)                  Rango de la red: Qué tantos contactos tienen cada uno de los actores. Implica capacidad de movilización de los actores en la red.

5)                  Sectorización: Qué fragmento de la red es de cada actor. Grado en que los individuos tienden a agruparse n sectores independientes.

 

1)                  Contenido de los propósitos o intereses reconocidos. Significados que se atribuyen a la interacción. De todas las características interaccionales esta es la que ofrece más dificultades y es la que está menos desarrollada

2)                  Direccionalidad: Naturaleza de la reciprocidad de un nodo a otro. Grado de reciprocidad.

3)                  Durabilidad: Alude al reconocimiento del conjunto de obligaciones y derechos en la relación. Interviene el problema histórico: expansión y contracción.

4)                  Intensidad: Grado en que los individuos están preparados para cumplir con sus obligaciones con los otros. No toda relación intensa implica relaciones cara a cara. Habilidad de una persona para ejercer influencia sobre los demás.

5)                  Frecuencia: De los contactos entre miembros de una red. No supone alta intensidad.

 

 

 

Entre otras de las características estructurales de las redes están la distribución, la descentralización, la colaboración y la adaptación. La estructura de la red está basada en la reciprocidad y la confianza… la red se cristaliza alrededor de un propósito unificado. Movilizando a miembros independientes a través de vínculos voluntarios alrededor de múltiples líderes en niveles integrados por lazos de solidaridad sobrepuestas e superimpuestas (41-42)…Las redes no solamente generan capital social y bienestar, han estado también asociadas con un más alto grado de progreso en la economía, es decir con un muy alto nivel de innovatividad y capacidad de transformar, porque las redes cruzan las fronteras.

 

Tipologías

De acuerdo a Freeman y desde la perspectiva de la economía de la innovación las siguientes categorías de redes son las más importantes: joint ventures y corporaciones de investigación; acuerdos conjuntos de I&D; acuerdos de intercambio de tecnología; inversiones directas motivadas por factores tecnológicos; licenciamiento y acuerdos de segundas fuentes; subcontratación, compartir la producción y redes de oferentes; Asociaciones de Investigación; programas conjuntos de investigación patrocinados por el gobierno; bancos de datos computarizados y redes de valor agregado para intercambio técnico y científico; otras redes, incluyendo a las informales (p. 502).

Por su parte Hage y Alter (1997), sostienen que hay dos tipos de redes o relaciones: las joint ventures o vinculaciones que involucran entre 2 y 4 organizaciones y las alianzas estratégicas que implican más de cuatro organizaciones.

Del análisis de otros trabajos que se apoyan en el análisis empírico sobre la construcción de redes de innovación, se puede desprender una caracterización de tipos de redes, que son sugerentes para la elaboración de nuestra metodología.

De Bresson y Amesse (1991: 363) refieren diferentes tipos de redes de innovadores: redes entre oferentes o proveedores y usuarios; redes entre pioneros y adaptadores; redes regionales inter-industriales; alianzas tecnológicas internacionales estratégicas en nuevas tecnologías y, redes profesionales inter-organizacionales que desarrollan y promueven nuevas tecnologías.

Por su parte Steward yConway (1996), distinguen diversos tipos de redes que intervienen en los procesos de innovación:

 

  1. a) Redes de recreación (la cohesión es resultado de un sentido mutuo de conexión a una actividad recreativa).
  2. b) Redes profesionales (con una “ética profesional de cooperación”).
  3. c) Redes científicas (los individuos se organizan en torno a especialidades científicas, y tienen distintas normas cognoscitivas y técnicas).
  4. d) Redes de usuarios (entre usuarios de diversos productos o tecnologías (pueden funcionar como mecanismos de apoyo técnico mutuo o como difusores de innovaciones y técnicas).
  5. e) Redes de amistad (las redes de amistad pueden evolucionar de relaciones formales que generan confianza, amistad y respecto).

 

Sin embargo, también es posible distinguir otros tipo de redes, que interesan a nuestra metodología y que tienen que ver con el enfoque local o regional que consideramos es importante aplicar. Estas serían las redes territoriales, que podrían ser informales o estratégicas. En un trabajo anterior (Tirado y Luna, 2001) las definieron en el sentido de que el motor de la red es la pertenencia a una localidad o su inserción en un proyecto de desarrollo estatal. Por su parte Quandt (2000) asienta que del análisis de empresas basadas en tecnología en las regiones de Curitiba y Campinas al Sur de Brasil, se conforman dos tipos de redes: a) las interacciones basadas en clusters (territorial network) y b) la construcción de redes supraterritoriales (global network linking) que conectan a las empresas con otras extranjeras o transnacionales.

Es decir, que a partir de cada investigación empírica será posible distinguir distintos tipos de redes, dependiendo de las variables que se tomen en cuenta para su clasificación.

Desde nuestra perspectiva existen otras características que es importante destacar en el análisis de las redes de conocimiento, sobre todo por lo que se refiere a los procesos interaccionales. Estas son: los niveles de formalidad e informalidad en su construcción, las dinámicas horizontales o verticales que las conforman, el carácter espacial o territorial y los procesos de comunicación que están implicados en su construcción y génesis.

 

 

 

 

  1. c) Redes formales e informales

Esta es una de las características que más interesan a nuestro trabajo, ya que sostenemos, como lo han hecho otros autores, que las redes en sí tienen un alto contenido de informalidad y que éste debe ser preservado en un afán de su mejor funcionamiento. Por lo que la informalidad se convierte en un reto importante en el desarrollo de una metodología, para encontrar las variables y dimensiones que den cuenta de esta característica.

Freeman (1991) argumenta que  a partir de diversos trabajos llevados a cabo a mediados de los años ochenta, dentro del proyecto SAPPHO, se confirmó la importancia central de las colaboraciones externas y de las fuentes externas de experiencia técnica en los procesos de innovación. De estos estudios empíricos de la innovación se mostró la importancia tanto de las redes formales como de las informales, aunque las informales parecían tener la mayor importancia. Así, las competencias de los departamentos de I&D de las empresas se complementaban con vínculos ocasionales y regulares con las universidades, los laboratorios gubernamentales, con los consultores, con asociaciones de investigación y con otras empresas.

Sin embargo, las colaboraciones formales entre empresas no fue algo que empezó en los años ochenta, sostiene Freeman. Hubo diversos programas de colaboración en investigación durante la Segunda Guerra Mundial, tales como el programa Americano de Investigación sobre plásticos sintéticos, e incluso Asociaciones Cooperativas de Investigación que fueron establecidas en Inglaterra poco después de la primera Guerra Mundial. Estas colaboraciones eran vistas como una forma de compartir los costos, adquirir información técnicas y facilidades para pruebas, plantas piloto y desarrollo de prototipos.(501). Fue una manera de enfrentar las fallas del mercado y los altos costos de la I&D. Por lo tanto Freeman afirma que las redes regionales y de contratación no son un fenómeno nuevo. Freeman argumenta que desde hace mucho tiempo el trabajo empírico y teórico ha demostrado la importancia que para la innovación exitosa han tenido tanto las redes externas de información como de colaboración (501).

Las redes implican relaciones formales, explícitas y contractuales, pero no se pueden reducir a estas características, ya que tienen un alto grado de contingencia y de impredictibilidad. Las redes formales implican una relación contractual y de acuerdo a Senker y Faulkner (1998), pueden adoptar las siguientes formas: consultorías, estancias estudiantiles, estancias posdoctorales, programas de reclutamiento de estudiantes de posgrado, uso de instrumentos, vinculaciones de clientes, licenciamiento, contratos de I&D, uso de laboratorios del campus, etc. Sin embargo las relaciones informales son más difíciles de caracterizar y por tanto de generar datos cuantitativos sobre este tipo de relaciones. Las autoras sostienen que estas relaciones son generalmente precursoras o sucesoras de relaciones formales y es a través de ellas por donde fluye una parte importante de conocimiento, aspecto que se discutirá más adelante.

Senker y Faulkner (1996) argumentan que en el campo de la innovación las redes se construyen para obtener conocimiento e información y tienen un alto ingrediente de relaciones informales.

La confianza y confidencia son importantes tanto en el nivel formal como en el informal. Por tal razón los factores culturales como el idioma, la experiencia educativa, las lealtades regionales, las ideologías compartidas y aún los intereses comunes de diversión continúan jugando un papel muy importante en la construcción de redes. Es importante destacar, como lo hace Quandt (2000), que las interacciones basadas en clusters locales involucran generalmente relaciones informales, persona a persona en tanto que la construcción de redes supraterritoriales, que conectan a las empresas con otras extranjeras o transnacionales, generalmente involucran relaciones más formalizadas y negociadas. El desarrollo de la confianza a través de las redes es un elemento clave que tiene una fuerte relación con el carácter informal y que de hecho constituye uno de los elementos fundamentales que explica la construcción de redes informales. Este término lo desarrolla Saxenian (1991).

Gran parte de los elementos que están en juego en la construcción y génesis de las redes de conocimiento descansan en factores sociológicos, que han sido poco analizados. De acuerdo a Freeman, 1991:503) son elementos necesarios para reducir el peso de las explicaciones económicas y ayudar a entender la importancia de las redes regionales, la proximidad geográfica y los sistemas nacionales de innovación.

 

 

  1. d) Dinámicas horizontales y verticales

La idea de redes promueve diversas dinámicas, que en ocasiones se basan más en relaciones verticales y en otras en relaciones o interacciones de tipo horizontal. Este es un elemento importante para comprender el papel de los actores así como la distribución de poder dentro de la red. Con respecto a las dinámicas verticales algunos autores sostienen que la dinámica de abajo para arriba está en la base de los sistemas locales de innovación, en tanto que los sistemas nacionales de innovación se apoyan más en una idea de dinámicas de arriba hacia abajo construidas en una perspectiva centralizadora (Acs, De la Mothe y Paquet, 2000). “La red no es como generalmente se asume una forma mixta de organización a la mitad del camino entre el mercado y la jerarquía. Más bien es un nombre genérico de un tercer tipo de arreglo institucional construido sobre la base de diferentes mecanismos que se integran: las redes son organizaciones e instituciones consensadas, inducidas y orientadas… La lógica del consensos no resuelve el problema del poder, pero significa que el poder está distribuido”.

Sin embargo es posible afirmar que dependiendo del tipo de redes las relaciones verticales o las horizontales adquirirán mayor importancia, aunque en sí misma la noción de red implicaría una idea de consenso. Al respecto podríamos citar los conceptos que desarrollan Hage y Alter (1997), que establecen una diferenciación entre la coordinación simbiótica, que se da entre diferentes tipos de organizaciones, y la coordinación competitiva que se da entre el mismo tipo de organizaciones. En el primer caso se trataría de una relación más basada en el consenso, en tanto que las redes formadas en el segundo caso implican una mayor competencia por el poder y control de las interacciones.

 

  1. a) El carácter espacial o territorial

Una parte importante de la idea de redes surge en el campo de los estudios sobre sistemas industriales regionales (Saxenian, 1994), sistemas que se definen por tres dimensiones: instituciones locales y cultura, estructura industrial y organizaciones corporativas. Las instituciones regionales incluyen, instituciones públicas y privadas, organizaciones tales como universidades, asociaciones de empresarios y gobiernos locales, así como a muchos de los organismos menos formales como clubs de aficionados, sociedades profesionales y otros foros creados para sostener patrones regulares de interacción social en la región. Las universidades son vistas por Saxenian como fuentes de conocimiento y de información para sus economías regionales. Sin embargo de acuerdo a la autora no todas las universidades están igualmente integradas a sus alrededores. Así, la Universidad de Stanford es una activa promotora de empresas start up de tecnologías, en tanto que el MIT está menos integrado con sus alrededores.

…”las regiones ofrecen una fuente importante de ventajas competitivas, aún cuando la producción y los mercados sean crecientemente globales. La proximidad geográfica promueve la interacción repetida y la mutua confianza necesaria para sostener la colaboración y para hacer más rápida la recombinación continua de tecnología y habilidades. Cuando la producción está insertada en estas estructuras e instituciones sociales regionales, las firmas compiten por medio de la traducción del conocimiento y las relaciones locales en productos innovativos y servicios; y la especialización industrial se convierte en una fuente de flexibilidad y no de atomismo y fragmentación” (p. 161).

Como se ha afirmado más arriba la globalización de la ciencia y la tecnología ha incrementado la importancia de las regiones, como es el caso de la Tercera Italia. Las redes regionales son el locus principal de las externalidades tecnológicas y económicas que benefician a un país. El establecimiento de las redes es necesariamente un proceso de auto-reconocimiento: costumbres comunes, idiomas, identidades y tradiciones son importantes y una asociación pública puede permitir la producción de productos de club (club goods). Las agencias públicas pueden jugar un papel de catalizadores de estas redes. En este periodo de la historia las redes de innovadores en los conglomerados metropolitanos son procesos vivientes, por lo cual se cuenta con un escenario quasi experimental.

Hay dos niveles de política para el desarrollo de las redes en el plano territorial: las alianzas estratégicas internacionales y las redes regionales. Sin embargo, hacia inicios de los años noventa el furor por las alianzas estratégicas internacionales era desproporcionado en las políticas. Los países pequeños generalmente no tienen grandes empresas importantes para participar en tales alianzas. Por lo que el tema de las redes regionales y locales es muy importante para países como México.

 

 

b)                  Las redes como procesos de comunicación

Las redes son procesos de comunicación que implica un balance entre las similitudes y diferencias (Steward y Conway, 1996:206). Estos procesos se observan cada vez más ampliamente dadas las características de las nuevas formas de producción de conocimiento o Modo 2, en donde los procesos de comunicación tienen lugar en un tejido densamente conectado (Heaton, 1998). Es a través de estos procesos de comunicación social como tiene lugar la formación y transmisión de conocimientos. Los procesos de innovación se generan a través de comunicaciones internas y externas a las empresas. A través de estos procesos de comunicación con diversos interlocutores y de diferentes medios se procesa conocimiento que impacta en la mejora de desarrollos tecnológicos y de procesos de innovación.

Leydesdorff (2001) sostiene que los sistemas de ciencia y tecnología son sistemas de comunicación, que implican un proceso de interacciones sostenidas, de relaciones horizontales y verticales, mediante las cuales se genera y se transmite el conocimiento, fundamentalmente entre tres sectores institucionales diferenciados que son las universidades, las empresas y los gobiernos. A este modelo le han llamado Leydesdorff y Etzkowitz de Triple Hélice, y que endogeneiza la infraestructura de conocimiento de la sociedad, por lo que los sistemas nacionales de innovación son la organización o reorganización de esta infraestructura (p. 192). Este autor ha subrayado el papel tan importante de los traductores en los procesos de comunicación (Leydesdorff, 1997).

 

 

c)                  Limitaciones a superar para el análisis de redes

De acuerdo a De Bresson y Amesse, el análisis de redes requiere superar intelectualmente la simple dicotomía entre estructura y desarrollo (p. 367), a lo que nosotros agregaríamos que el reto de la investigación es poder conocer que es lo que se transmite en la construcción de las redes, qué tipo de conocimiento y cuáles son los impactos que este tiene en los sectores productivos.

Estos autores proponen considerar los siguientes aspectos en el análisis de las redes.

 

·                     Fuentes y causas de las redes, funciones de las redes.

Sirven como procesos de evaluación, intercambio de know how tecnológico, aprendizaje de otros, desarrollo de prácticas comunes, imponen estándares, normas, reducen la duplicación de esfuerzos de investigación, ventajas conjuntas que resultan de la acumulación conjunta de know how tecnológico.

 

  • Límites y problemas de las redes.

Poca atención a las causas de fracaso, las alianzas estratégicas internacionales tecnológicas son muy volátiles, debido a estrategias divergentes, poder comportamiento oportunista, se sanciona con exclusión de la red, situaciones de igualdad, actores dominantes.

 

  • Suma de relaciones bilaterales.

Otra idea fundamental del concepto de redes es que son más que la suma de relaciones bilaterales, por lo que es interesante detectar los cruces de relaciones entre diversos actores, que además se caracterizan por ser relaciones de ida y vuelta, es decir son procesos interactivos, que se construyen a través del aprendizaje entre actores (procesos de aprendizaje interactivos). Es decir es una cadena de vinculaciones, en donde es importante detectar cuáles juegan un papel primario y cuáles uno secundario.

 

  • Universalidad o novedad de las redes de innovación.

Para las actuales innovaciones, las redes son un requisito obvio. Por ejemplo en el campo de la biotecnología una firma innovadora no puede existir sin vinculaciones hacia arriba con el lado de la oferta con universidades y centros de investigación y hacia abajo en el lado de la demanda con vínculos con hospitales y cuerpos gubernamentales reguladores” (p. 370), ¿Son las redes el resultado de periodos de turbulencia de los mercados y de las tecnologías? ¿Son procesos transitorios o formas de consolidación? Tal vez las redes sean formas de organización que se adaptan mejor a la nueva revolución tecnológica que estamos viviendo. Freeman y Pérez han argumentado que cada revolución tecnológica da lugar a nuevas formas de organización”. Entonces surge la pregunta si esta nueva forma de organización solo se aplicaría a las nuevas tecnologías o puede extenderse a otras tecnologías convencionales que se aplican en la actualidad?

 

  • Localización de las redes de innovación.

¿Por qué algunas redes de innovación se localizan y otras no? Las redes localizadas parecen ser más durables que las alianzas estratégicas internacionales. Puede ser que los factores externos que refuerzan y ayudan a mantener las redes de innovadores vienen de la región. Un complejo conjunto de factores interactúan a lo largo de las redes: acumulación de mano de obra calificada, solidaridad social, experiencia educativa y profesional compartida, la confianza que requiere proximidad y culturas comunes y las relaciones de clanes que se construyen para la comunicación de conocimiento tácito informal (Bianchi y Bellini, 1991 y Saxenian, 1991).

 

  • Comparación sistemática y medición de las redes.

“Al iniciar cualquier campo de investigación los estudios de caso son necesariamente descriptivos y se buscan los aspectos relevantes y las causas hipotéticas…Pero la medición y formalización del análisis de redes está ya ocurriendo. Después de algunos estudios de caso los investigadores están hablando de una variedad de cosas: a) necesidad de establecer una tipología, para medir las variaciones de lo que se está estudiando (retomar mi tipología de redes). Ver Stroper y Harrison en el número de Research Policy, quienes distinguen entre el centro y los alrededores de la red. Se ha avanzado de un análisis literario a una metáfora matemática: representación gráfica de redes o teoría de grafos. Los grafos corresponden a la medición de matrices de relaciones entre actores (Knole and Kuklisnki, 1982, Network Analysis, Sage) (ver Jorge Gil). Además del análisis de las estructuras topológicas de las redes, la teorías de grafos permite analizar el rol de los miembros de la red y las relaciones de poder en ella. Los autores argumentan que con esto se puede superar la dicotomía artificial entre el estructuralismo y el individualismo metodológico y la separación entre la consideración del actor individual y su ambiente, por medio de la consideración de la red de relaciones que constituye el ambiente definido por múltiples manos” (p. 372). Sin embargo, en la opinión de estos autores algunas hipótesis causales y teorías deberían emerger antes de hacer el esfuerzo de medición.

 

 

 

 

  1. Aspectos centrales para el análisis de los flujos de conocimiento

 

  1. a) Sobre la idea de conocimiento

Como se ha argumentado más arriba, hablar de conocimiento no es algo fácil de definir. Algunos autores lo tratan bajo el concepto de know how (saber hacer), que implica un conjunto de técnicas y conocimiento que están incluidos en la naturaleza humana y que por lo tanto están dispersos y divididos (Nelson, 2000). Otros autores han asentado que este know how reside en redes o en las regiones y localidades. Por lo que la naturaleza del conocimiento, de acuerdo a Nelson, es compleja y mucho del conocimiento técnico está incluido en materiales, aparatos y otros artefactos. Desde los años cincuenta Polanyi (1958) sostenía que una parte del conocimiento humano era articulado y con esto quería decir que podía ser descrito y comunicado en forma de lenguaje, mientras que otros aspectos de este conocimiento son tácitos, es decir, no es fácilmente explicable en palabras o en símbolos, y esto hace realmente complejo a este tipo de conocimiento. Nelson afirma que “esta compleja mezcla de comprensión y práctica, de know how[6] articulado y tácito, de tecnologías físicas y sociales, está involucrado en mucha de la actividad productiva humana y define a lo que se conoce como ‘sistema de conocimiento’… un sistema que a menudo es difícil de visualizar coherentemente y mucho menos caracterizar verbalmente o con símbolos” (p. 118).

Un aspecto en el que se centra nuestra preocupación es en el carácter sistémico de la producción de conocimiento. Al respecto varios autores han resaltado el aspecto que la creación de innovación y conocimiento son procesos interactivos en los cuales diferentes agentes y organizaciones intercambian información y cooperan para producir nuevo conocimiento (Lundvall, 2000:125). Es en este sentido que concebimos el análisis de redes y flujos de conocimiento, en donde diversos actores contribuyen tanto a su desarrollo como a los procesos de innovación tecnológica.

Sobre esta base de idea interactiva, en gran parte de la literatura revisada sobre redes, y principalmente en aquella que se refiere al campo de la economía, encontramos que el concepto que más se utiliza es el de intercambio o flujos de información (Macdonald, 1992; Imai, 1991). No obstante en otros trabajos (Senker y Faulkner, 1996) el concepto central es el de intercambio de conocimiento, que como ya se ha planteado más arriba también incluye el de información.

Es interesante hacer notar que éste es un tema poco analizado en la literatura sobre los estudios de innovación. En el trabajo citado se aprecia que una parte importante de las contribuciones al análisis de los flujos de conocimiento tácito se hicieron en los años setenta (Collins, 1974; Gibbons y Johnston, 1974; Granovetter, 1973), periodo durante el cual se hablaba más de redes científicas y que fue la etapa durante la cual se puso de moda el análisis de redes en las ciencias sociales, particularmente en sociología y antropología. Durante los años ochenta es fundamentalmente el trabajo de Nelson (1982, sobre el papel del conocimiento en la eficiencia de las actividades de I&D y el de Barden y Good (1989) sobre flujos de información en la investigación industrial. No es sino en los años noventa que se generan nuevas contribuciones sobre la idea de intercambio de conocimientos, principalmente con los trabajos de Imai (1991), Kline (1990), Macdonald, (1992), Sorensen y Levold (1992), Vithlani (1996) y las aportaciones de Senker y Faulkner (1992, 1994 y 1995). En esta dirección pues los avances aún son escasos, por lo que queda un camino por recorrer en un intento por dilucidar cuál es el tipo de conocimiento en que se sustentan los procesos de desarrollo tecnológico e innovación.

Senker y Faulkner (1996) establecen una diferenciación básica entre conocimiento y habilidades (aunque nunca definen el término información). El primero implica comprensión y dicen ellas que la adquisición de conocimiento es un proceso puramente perceptual y cognitivo. En tanto las habilidades implican el saber cómo hacer que algo ocurra, por lo que implica cognición pero también otros aspectos tales como destreza manual (p. 78). Sin embargo las autoras argumentan que el uso y la distinción entre estos dos términos es confuso y sobre todo cuando se entra a la discusión de lo que se entiende por conocimiento tácito, que se discutirá más abajo.

 

  1. b) Flujos o insumos de conocimiento

La transmisión de conocimientos que se genera, tanto al utilizar el que está codificado como el tácito, puede ser entendida en términos de flujos o insumos que circulan a través de las redes y que impactan los procesos productivos y de desarrollo tecnológico e innovación. Senker y Faulkner (1996) afirman que es difícil imaginar como enfocarlos o dar cuenta de estos flujos de forma metodológica. Y realmente lo que ellas han avanzado hasta ahora es una aproximación de la identificación de los distintos tipos y los diversos canales a través de los cuales fluyen asunto que han relevado a través de un amplio conjunto de entrevistas en empresas en tres campos tecnológicos. Sin embargo, su ejercicio aún está lejos de construir indicadores para sistematizar más adecuadamente estas transmisión de conocimientos.

El concepto de flujo de conocimientos lleva implícita la idea que la difusión de conocimientos, a través de redes formales e informales, es tan esencial para el desarrollo económico como lo es la creación de conocimiento en sí misma. En tal sentido los agentes locales y las estructuras que soportan el uso y expansión de conocimientos en la economía y sus vinculaciones son cruciales para la habilidad local de difundir innovaciones, para absorber y maximizar la aplicación de tecnología a productos y procesos y para desarrollar bases culturales comunes para el intercambio de información (Quandt, 2000). De acuerdo a este autor, para mapear la distribución de los flujos en los procesos de innovación en las empresas se requiere distinguir entre aquellos insumos de conocimiento endógenos a la empresa y los que son exógenos. Los primeros se derivan de los esfuerzos internos y experiencia de la empresa y su habilidad para aprender sistemáticamente de la investigación, la observación y la experimentación práctica, para construir sus capacidades internas. Los exógenos se adquieren de información nueva dentro de un cluster que depende del grado de involucramiento de la empresa en interacciones con oros agentes del cluster, así como del stock de conocimientos relevantes que el cluster es capaz de ofrecer. Asimismo se derivan del mejoramiento de fuentes de conocimiento y habilidades que son nuevas para la empresa y para el cluster.

En el siguiente cuadro integramos las principales categorías de insumos de conocimiento en los procesos de innovación a partir de los trabajos de Senker y Faulkner (1996:89) y Stewart y Conway(1996), a los que hemos hecho algunas adaptaciones.

 

 

·                     Conocimiento en campos particulares (teorías científicas, investigación fundamental, principios de ingenierías, propiedades, etc.).

·                     Información técnica o de referencia (especificaciones y formas de operación o productos, componentes o materiales).

·                     Ideas y retroalimentación: sirven como mecanismos de soporte técnico mutuos,

·                     Habilidades o saber hacer técnico crítico (programación, diseño de hardware, investigación o competencias en producción, learning by doing)

·                     Artefactos o tecnologías (plantas de procesos, instrumentación de investigación, equipo de investigación, contratación de pruebas informales o formales a los laboratorios públicos, interpretación por expertos).

·                     Estructuración y dirección de los trabajos de innovación.

 

En general todavía hay pocos avances en la sistematización de la formas en que se expresan los flujos de conocimiento y el tipo de conocimiento que se transfiere en los procesos de construcción de redes de innovación, por lo que nuestra investigación pretende avanzar en este sentido y determinar en forma más detallada en qué consiste el conocimiento que se transfiere y mediante qué canales se transmite éste.

 

 

  1. c) Tipos de conocimiento

     Por cuanto al concepto de conocimiento, es importante hacer notar que este puede ser científico o tecnológico y ambos se desarrollan en forma distinta. El primero se sustenta fundamentalmente en el proceso de investigación científica, en tanto que el segundo puede originarse en ese mismo proceso o en la práctica misma de los sistemas productivos y en los procesos de aprendizaje.

En el análisis de la transmisión y utilización de conocimientos se distinguen a, menos dos tipos distintos: el codificado o formal y el tácito. El primero es el que no necesita ser exclusivamente teórico, pero requiere ser suficientemente sistemático para ser escrito o guardado (Gibbons et al, 1994). Se encuentra generalmente expresado en publicaciones, patentes y artefactos y de alguna manera es el resultado del conocimiento tácito que se codifica en esas formas. Es transmitido a través de redes de comunicación (Quandt, 2000).

Por su parte el conocimiento tácito no está disponible en forma de texto y debe ser observado como el que reside en las cabezas de quienes trabajan en procesos particulares de transformación o el que está incluido o personificado en un contexto organizativo particular (Gibbons et al, 1994). Es aquél que está contenido en habilidades y que por tanto puede ser copiado y el que está contenido en las personas y que es difícil de ser transferido. Implica un proceso de aprendizaje continuo por los individuos y las empresas (Quandt, 2000). Abundando más sobre este segundo concepto, que en cierta forma resulta difícil de definir, Senker y Faulkner (1996) sostienen que el conocimiento tácito se expresa en el conocimiento personal que poseen los científicos y los ingenieros y otro tipo de técnicos y que ha sido adquirido a través de su educación formal o de la experiencia. Se trata por tanto de conocimiento técnico o de conocimiento científico que puede llegar a ser nuevo conocimiento.

Por sus características el conocimiento tácito no puede expresarse en forma impresa y se adquiere por la experiencia siendo incorporado en las personas. Es aquí donde surge la idea de redes, que de acuerdo a Senker y Faulkner (1996) es la manera a través de la cual se transmite el conocimiento a partir del cual se generan las innovaciones. Estas ideas generadas por las autoras se enmarcan en la preocupación por conocer las fuentes que contribuyen a la innovación. Sostienen, como lo han hecho con anterioridad otros autores, que las fuentes de innovación pueden ser internas a la empresa o externas entre las que se incluyen otras empresas y las instituciones públicas de investigación. De estos dos fuentes una gran parte del conocimiento obtenido es a través de manera tácita. Las autoras afirman que dentro de la empresa gran parte del conocimiento se da de manera personal en el staff, como resultado de la educación previa y de la experiencia de trabajo, mientras que otra gran parte del conocimiento dentro de la empresa es generado de manera colectiva, principalmente como resultado de actividades de I&D. En resumen, dicen Senker y Faulkner cuando las empresas emplean científicos e ingenieros están adquiriendo: un cuerpo de conocimiento acumulado y de habilidades (tanto tácitas como codificadas); la habilidad para acceder y utilizar conocimiento que se genera en otro lado; más la habilidad de generar nuevo conocimiento mediante el compromiso en actividades de I&D relevantes (p. 85).

 

  1. d) Fuentes y canales:

En el análisis del conocimiento tácito es importante definir sus fuentes y los canales a través de los cuales se transmite o intercambia. En cuanto a las fuentes Senker y Faulkner sostienen que son tan amplias como de las que en general se obtiene el conocimiento que se utiliza en la innovación y que van desde el conocimiento personal de los científicos e ingenieros, el acceso a fuentes externas hasta el desarrollo de I&D. Quandt (2000) sistematiza las fuentes de conocimiento en las siguientes: acceso a fuerza de trabajo altamente capacitada; universidades locales; competidores locales; alianzas cooperativas; interacciones cooperativas entre empresas; establecimiento de mecanismos para coordinar eficientemente las interacciones; incentivos gubernamentales; la prensa local y artículos sobre comercio, eventos locales, etc.; eventos fuera del cluster y eventos internacionales e Internet.

Por lo que se refiere a los canales o mecanismos de transmisión de información y de ideas, es un aspecto que ha estado en el centro del interés desde la década de los años sesenta, tal como lo afirman Steward y Conway (1996). Lundvall (2000:127) argumenta que los diferentes tipos de conocimiento son transmitidos u obtenidos por diferentes canales. Así, el know-what y el know-why es decir, el conocimiento codificado, se obtienen de libros, conferencias y mediante al acceso a bases de datos. En tanto que el know-how y el know-who, están basados en la experiencia práctica y en la interacción social.

Por su parte Steward y Conway (1996), establecen que hay dos mecanismos a través de los cuales fluyen los conocimientos: los que sirven para cruzar fronteras (boundary crossing) y los que sirven para extenderlas (boundary spanning). Entre los primeros reseñan lo que otros autores han considerado como los principales: la contratación de nuevo personal; el uso de publicaciones comerciales y científicas; las publicaciones de la empresa; reuniones formalmente establecidas y conferencias; pruebas de campo; modos informales de comunicación de persona a persona. Ellos afirman que para muchos autores el único mecanismo efectivo para la transferencia de tecnología es a través de la movilidad de gente entre las organizaciones. Por lo que el mejor modo de transferir información es moviendo las carreras de la gente. En cuanto al segundo mecanismo, es decir, la extensión de fronteras, la importancia de las relaciones personales informales es sustantiva ya que son el principal vehículo de comunicación no solo de información fáctica, sino de ideas, impresiones, actitudes, intenciones, integridad y algunas veces de información comercial y técnica que se le proporciona solo a los de confianza y a los privilegiados.

Para Senker y Faulkner (1996) los tipos de canales empleados son útiles para distinguir la transmisión de conocimiento tácito. Puesto que por su naturaleza no es escrito, este conocimiento se obtiene de los ejemplos y la experiencia adquiridos, es decir el que está depositado en las personas. Los canales a través de los cuales se obtiene la información, varían dependiendo del campo científico y tecnológico. Sin embargo, las empresas a veces escanean la literatura para ubicar los nombres de los investigadores y los nuevos desarrollos que realizan y de ahí establecer el contacto personal. Este sirve para ampliar el conocimiento de forma tácita, para dar clarificaciones acerca del usos de técnicas o para la interpretación de la importancia de un paper en particular (p. 92). Las redes sociales se usan cuando los investigadores tienen un problema que otros colegas no son capaces de resolver.

De lo anterior queremos resaltar la importancia que tienen las interacciones personales en la transmisión del conocimiento.[7] Es aquí donde el concepto de flujos de conocimiento se integra al concepto de redes. Estas adquieren mayor importancia cuando se está tratando de localizar las fuentes de conocimiento tácito. La interacción personal y la movilidad son los únicos canales a través de los cuales se obtiene el conocimiento tácito. Por lo tanto Senker y Faulkner (1996) plantean la hipótesis, que el conocimiento tácito es un elemento muy importante del conocimiento transferido mediante las redes personales. Este es un aspecto central de nuestra investigación y sobre el que tratamos de definir la manera de identificar el conocimiento tácito.

 

  1. e) Magnitud e impacto de los flujos de conocimiento

Un aspecto que interesa a nuestra investigación es conocer el tipo de impactos que se generan en los sectores productivos mediante la transmisión de conocimiento. Quandt (2000) sostiene que es importante determinar la importancia que tienen los flujos de conocimiento para los procesos innovativos en las empresas. Asimismo se requiere analizar el impacto de estos en los diferentes tipos de capacidades de las empresas, tales como capacidades estratégicas internas o externas.

 

 

  1. Hacia una metodología: contexto, estructura, dinámica y contenido de las redes de conocimiento

Tomando como base los enfoques y aspectos conceptuales que se han expuesto en los apartados anteriores en esta sección se presenta un avance preliminar de una metodología para el análisis de redes y flujos de conocimiento entre los sectores público y privado, que se centran tanto en el mejoramiento y avance del conocimiento, en el mejoramiento de los procesos productivos y en la formación de condiciones para el desarrollo tecnológico y la innovación.

La metodología que nos hemos propuesto construir tiene como propósito definir un conjunto de variables para analizar los procesos de construcción de redes de conocimiento, haciendo énfasis en el tipo de conocimiento y los canales a través de los cuales se transfiere éste. Es así que se proponen las siguientes dimensiones analíticas que conforman la metodología: el contexto social, económico y político que hace posible la colaboración entre los sectores público y privado; estructura o morfología de las redes de conocimiento; génesis, desarrollo y trayectoria en donde se analizan los procesos de interacción y comunicación y, contenido, en donde se analizan los insumos y flujos de conocimiento que se transmiten e intercambian en las redes así como el resultado o impacto de la red y del flujo de conocimiento.

 

Condiciones institucionales para la colaboración entre los sectores público y privado

Aquí se consideran las condiciones institucionales, las políticas y programas así como las características de las capacidades y de la base de conocimiento acumulada que hace posible la colaboración  entre los sectores público y privado. Estos factores son de gran importancia para comprender porqué se conforman de cierta manera las redes así como sus resultados y limitaciones.

 

 

Estructura o morfología de las redes de conocimiento

En estudios realizados con anterioridad (Casas, coord, 2001), el análisis de la estructura de las redes tuvo como propósito identificar el tipo y variedad de los actores que participan en su configuración; las capacidades y recursos que dedican a estos procesos; y el papel que desempeña cada actor en su construcción. Destacamos la creación de instituciones mixtas (público-privadas) y de mecanismos interfaces, que juegan el papel de intermediarios o traductores en los procesos de construcción de las redes de conocimiento.

Dado este avance, en este nivel de análisis se quiere indagar aspectos de tipo cualitativo sobre el grado en que interactúan los sectores público y privado en los procesos de generación y transmisión de conocimientos; ¿cuál es el tamaño de la red y cuáles sus límites?, ¿cuál es el alcance geográfico de las redes: local, regional, nacional o internacional?, ¿cuál es la cercanía o distancia que existe entre los actores que participan; ¿cuál es el nodo central de la red y la equidad de los actores en su participación?; ¿qué grado de complejidad tiene la red?; ¿cuál es el patrón de las relaciones horizontales o verticales y en el caso de estas últimas las relaciones se formulan de arriba hacia abajo o viceversa?; ¿cómo se caracteriza el nivel de formalidad e informalidad de la red y hasta donde las relaciones informales son indispensables en su construcción?; ¿quiénes juegan el papel de traductores (gold collar, brokers) en los procesos de comunicación que implica la construcción de la red? y si ¿es posible establecer una tipología de las redes y a qué factores obedecería esta?

Con esta información podría construirse algunos rasgos para establecer una tipología de las redes de conocimiento, que debería considerar entre otros elementos los siguientes: ¿qué actores toman la iniciativa para su construcción?; ¿qué actores mantienen su funcionamiento  o coordinación?, ¿ es posible pensar en procesos de auto-organización de las redes de conocimiento, o se requiere alguna formalización o de algún actor que tome el papel central?, ¿qué tipo de mecanismos institucionales se están creando para favorecer la participación integral y coordinada de varios actores en la formación de redes? ¿Son efectivos estos mecanismos o es mejor hacer descansar la red en procesos informales?

 

 

Génesis, desarrollo y  trayectoria (procesos de interacción y comunicación)

En trabajos anteriores (Casas, coord, 2001), el análisis de la dinámica estuvo ubicado en el nivel de proyectos específicos de colaboración y estuvo orientado a reconocer y evaluar los procesos que intervienen en la construcción de una red y en su grado de consolidación. Aspectos tales como los objetivos, la escala geográfica y las trayectorias, estuvieron presentes en el análisis.

Para avanzar en esta dirección en un análisis más a fondo de la trayectoria de las redes de conocimiento, nos interesa detectar cómo intervienen en su construcción y evolución los actores individuales y los actores institucionales y cómo juegan estos dos niveles. ¿Cuáles son los procesos de aprendizaje por los que pasan los actores en la construcción de las redes formales e informales? También se ha planteado la preocupación de analizar ¿cómo se combinan las interacciones horizontales con las verticales en la construcción de las redes? ¿Cómo se van reclutando miembros a la propia red de relaciones?

En este sentido surge la pregunta sobre la distribución de poder en las redes de conocimiento. Si bien la idea de red implica una relación de tipo horizontal y no jerárquica, es importante indagar ¿qué peso tienen las interacciones verticales en la formalización o éxito de una red y cuáles son los actores individuales o institucionales que las controlan y las coordinan? En el caso de las interacciones verticales, resulta fundamental entender si los procesos de construcción se originan de abajo hacia arriba o viceversa, ya que suponemos que el primer proceso descansa en un grado mayor de informalidad en tanto que el segundo está más motivado por acciones de tipo formal y centralizadoras.

Un aspecto fundamental en este segundo nivel de análisis es indagar cómo se construyen los procesos de transacción de conocimiento, ya que la idea de transacción, como lo hemos explicado en los apartados anteriores es un elemento básico en la conformación de las redes.

Asimismo queremos indagar hasta qué grado las redes forman parte de un proyecto específico (proyecto de vinculación) o rebasan este objetivo y se integran a otros proyectos o redes más amplias. Es decir, indagar cómo algunos apoyos de la red, no dependen de los actores de la red misma, sino de los contactos hacia afuera.

Otra pregunta que se ha planteado es ¿qué tanto depende la intensidad y calidad de la comunicación de las propiedades geométricas de la red y de la distancia social entre los participantes?

La construcción de las redes en muchos casos tiene como propósito generar alguna innovación que puede ser institucional, organizacional o tecnológica. ¿Requiere cada una de estas de un tipo diferente de construcción de redes?

También se quiere indagar sobre la continuidad o discontinuidad en los procesos de construcción de las redes, así como su carácter interinstitucional e interdisciplinario y en si en este último sentido se estaría avanzado hacia el Modo 2 de producción de conocimiento.

Otro aspecto en el análisis de las trayectorias es poder determinar qué efectos han tenido los mecanismos de política en la construcción de las redes. De particular importancia es el análisis del papel que juegan los traductoresen el cambio respecto a los procesos de innovación de los empresarios. ¿Cómo se traducen los códigos de diferentes actores? ¿Cómo se da el proceso de traducción de un código en otro código? El hecho de que exista la traducción es que hay un cierto grado de conciencia de que existe otro código. ¿Cuando hay un grado de conciencia de que existe otro código hay una conciencia de la red?

Se tendría que diferenciar las redes que forman parte de un proyecto de aquellas que lo rebasan y que se integran a otros proyectos, pero que son importantes para el primer proyecto. Es decir, cómo algunos apoyos de la red, no dependen de los actores de la red misma, sino de los contactos hacia afuera.

En este punto se hará un esfuerzo por sistematizar los hallazgos del actual proyecto así como del conjunto del proyecto anterior, en función de los objetivos actuales. Por ejemplo, ¿podríamos contestar cuáles son las causas o motivaciones que llevan a la formación de redes; qué contribuye a su vitalidad, qué contribuye a su durabilidad, cuáles son las causas por las que se desarticulan, qué tipo de trayectorias es posible identificar, cuáles son las consecuencias o resultados, hay resultados inesperados, etc. etc.?

Sintetizando, los elementos a considerar en el análisis del desarrollo y la trayectoria, que se desprenden de la revisión de literatura que se ha realizado, son los siguientes: dirección; durabilidad; frecuencia; disponibilidad; accesibilidad; tacitness; procesos de traducción; procesos de integración (vs diferenciación); bases para una tipología de trayectorias o para una definición de características de la interacción; dinámica entre fortaleza (alta conectividad) y debilidad de la red; relaciones de poder (quién decide qué fluye en función de que intereses; construcción de confianza; bases de reciprocidad (región, grupo, alianza); canales y técnicas de comunicación; formas o estructuras de monitoreo; formas y estructuras de toma de decisiones

 

 

Contenido e impactos

Esta es la parte medular de la metodología de la investigación y la que nos permitirá avanzar a la frontera del conocimiento respecto a qué se transmite y en qué consisten los procesos de transacciones en los procesos de construcción de redes de conocimiento. En la idea de transmisión de conocimientos incluimos tanto aquellos que están orientados a la formación de capacidades como los que potencialmente podrían generar desarrollos e innovaciones tecnológicas. Asimismo nos interesa saber cuál es el resultado de las interacciones sociales y de los flujos de conocimiento tanto del lado de la academia como de los sectores productivos.

Cabe señalar en este punto, que algunos autores como Mitchell y Powell & Smith Doerr, incluyen en la dinámica el contenido, aún cuando definen a éste último de diferente manera. Para Mitchell las categorías de contenido de la interacción social son: el contenido de la comunicación (como información o influencia), el contenido de la transacción o el intercambio y, el contenido normativo (la construcción del actor del significado de la interacción en términos de su comprensión de las expectativas de otras personas sobre su comportamiento (294). Para Powell & Smith-Doerr, el contenido se refiere al “tipo de relación” con base en lo que fluye: información, intercambio de recursos, asesoría, influencia, amistad, etc. En este sentido les interesa identificar qué fluye en las relaciones, quién decide y con qué consecuencias.

Para nuestros propósitos estaríamos hablando de qué fluye en las relaciones, o qué tipo de recursos fluyen tomando como base el conocimiento y desagregándolo en una suerte de continuum entre información, conocimiento y habilidades, donde el conocimiento puede desagregarse en varias de las categorías mencionadas en las discusiones. Aquí habría que avanzar en las bases para una tipología de contenidos relevantes para nuestra investigación.

Respecto al tipo de conocimiento que se transfiere, además de indagar sobre las características del conocimiento codificado y del tácito, en otras investigaciones (Casas, coord., 2001) hemos avanzado en la caracterización de tipos de conocimiento: conocimiento previamente acumulado, conocimiento tradicional, conocimiento nuevo, conocimiento de frontera, recombinación de conocimiento, conocimiento multidisciplinario, conocimiento interdisciplinario, conocimiento multiinstitucional.

Respecto a los resultados que se desprenden de las redes de conocimiento, a través del trabajo previo de investigación (Casas, coord., 2001) y de las discusiones en el seminario hemos caracterizado los siguientes: habilidades y destrezas (saber hacer), procesos, equipos, criterios, métodos de prueba, metodologías, paquetes tecnológicos, innovación tecnológica, organizacional o institucional.

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[1] La elaboración de este trabajo se inscribe en el marco de un proyecto de investigación colectivo sobre “Generación y transmisión de conocimientos en México: flujos y redes entre los sectores público y privado”, que se realiza actualmente en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. En esta ponencia se avanza en la elaboración de una propuesta metodológica, para lo cual se toman en cuenta las lecturas y discusiones que se han hecho en el seminario periódico de este proyecto, así como las notas elaboradas por los integrantes del mismo. En esta investigación participan los siguientes investigadores: Matilde Luna, Rebeca De Gortari  y y  Ma. Josefa Santos del IIS-UNAM, Rodrígo Díaz Cruz de la UAM-Iztapalapa y Georgina Gutiérrez del CRIM-UNAM.

[2] Un trabajo de referencia obligada en este aspecto es el de Gómez y Jaramillo (1997), que es producto de un proyecto colectivo de investigación y de una red latinoamericana de analistas del desarrollo institucional de las instituciones científicas y tecnológicas, en el que se analizan diferentes campos de la ciencia y de las formas en que se produce el conocimiento en cada uno de ellos, considerando los diferentes ámbitos institucionales en que este se desarrolla.

[3] Esta metodología consideró en un principio tres dimensiones para el análisis de las redes y flujos de conocimiento que se construyen y transmiten a través de la relación entre las instituciones productoras de conocimiento y los sectores productivos y sociales: a) una primera dimensión de carácter micro, para analizar experiencias específicas de construcción de redes y de flujos de conocimiento para identificar sus cursos, el tipo de relaciones que intervienen, el tipo de conocimientos que fluyen, así como las repercusiones de tipo social y económico. Este nivel metodológico se realiza a través de una selección de estudios de casos en distintos sectores tecnológicos; b) una segunda dimensión de carácter meso, para identificar redes entre distintos actores institucionales que son relevantes desde una perspectiva de desarrollo económico y social regional intra-nacional, y c) una tercera dimensión de carácter macro, para construir un conjunto de indicadores que nos permitan documentar los aspectos medulares que intervienen en la construcción de redes de conocimiento y el tipo de conocimiento que predominantemente se intercambia en estas interacciones sociales (Bonaccorsi y Piccaluga, 1994; Faulkner y Senker (1992).

[4] A diferencia de los estudios que actualmente se realizan en el campo de la economía de la innovación que están centrados en analizar la construcción de redes y transmisión de conocimientos que impactan en los procesos de innovación y que se producen entre las empresas y otros agentes externos, particularmente con los proveedores especializados y con otras empresas, esta investigación tiene un enfoque fundamentalmente sociológico y antropológico en el análisis de la construcción y flujo de conocimientos entre los sectores productivos y la academia, que es la que realiza fundamentalmente procesos de producción de conocimiento científico y tecnológico en nuestro país.

[5] Estas redes, de acuerdo a Saxenian (1991:430), promueven el desarrollo de nuevos productos estimulando la especialización y permitiendo a las firmas repartir los costos y los riesgos asociados con el desarrollo de productos intensivos en tecnología. Estas redes facilitan el intercambio de información y la solución conjunta de problemas entre empresas y aún entre ramas industriales. Las redes también facilitan la aplicación de nuevas tecnologías porque estimulan la entrada de nuevas empresas y la experimentación de productos.

[6] Lundvall (2000: 127) distingue distintos tipos de conocimiento (con base en Aristóteles): know-what: información comunicada como dato; know-why:  conocimiento sobre principios y leyes de movimiento; know-how: habilidad para hacer algo (que no debe confundirse con la distinción teórico-práctico) y know-who: saber quién sabe qué y quien sabe qué hacer, relacionado con la habilidad social para cooperar y comunicarse con diferentes tipos de personas y expertos.

[7] Imai (1991) sugiere que las interacciones personales son una necesidad de intercambio de información entre el diseño, prueba, rediseño, producción y distribución y que tales interacciones deben ser rápidas y densas. Estas permiten a las firmas atender situaciones inesperadas que frecuentemente surgen durante el proceso de innovación y facilitan el aprendizaje cooperativo para los diseñadores, administradores de producción, mercadotécnicos y oferentes de equipo. El intercambio personal de información es vital para mejorar los componentes básicos y los equipos de manufactura

El enfoque de redes y flujos de conocimiento en el análisis de las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad

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