La provincia de San Luis suele ser presentada desde el ámbito del gobierno local como exponente exitoso de un proceso de desarrollo basado en una industrialización dirigida y promovida con instrumentos de política pública[1]. Los medios nacionales, en su mayoría, han reproducido este discurso.

Efectivamente, a más de veinte años del comienzo del proceso de radicación industrial, la provincia muestra indicadores que pueden considerarse positivos, pero que sin embargo parecen perder fuerza frente a otros, como el desempleo y el ingreso, que impactan de manera directa sobre sus habitantes.

El objetivo de este trabajo es contribuir al análisis y diagnóstico de la situación distributiva de la provincia de San Luis, a partir del examen de los cambios que ha experimentado la desigualdad social en términos de evolución y distribución del ingreso.

La provincia en cifras

A partir de las leyes nacionales de incentivo a la radicación industrial, San Luis se convirtió en un polo de atracción para muchas empresas de capitales nacionales o extranjeros y el parque industrial provincial se transformó en el segundo en importancia de la región de Cuyo.

Como consecuencia, la estructura y magnitud del Producto Bruto Geográfico (PBG) provincial se modificaron sustancialmente. En lo que hace al primer aspecto, el sector primario que generaba casi el 30% del PBG en los inicios de los planes de promoción, comenzó a perder participación hasta estancarse en alrededor del 5% hacia finales de la década y mantiene esos valores hasta la actualidad; el sector terciario triplicó su valor de base, y el sector industrial llegó a multiplicar por veintiocho su valor de partida de la serie, hasta convertirse en el principal sector de generación de riqueza provincial. (PAEZ et al, 2000). Se advierten fácilmente los cambios en la magnitud del PBG sanluiseño si se tiene en cuenta que su monto total, en las últimas dos décadas, se incrementó 4,6 veces.

Gráfico 1

Fuente: elaboración propia en base a datos de INDEC y DGEyC San Luis

Este significativo PBG, en una provincia como San Luis que apenas representa un 0,9% del total de la población del país, sin dudas tiene un impacto relevante, sobre todo si se toma en cuenta que exhibe en este momento un producto per cápita un 22% superior al promedio nacional, cifra que en algunos años excedió el 35%, como puede visualizarse en la Tabla 1.

Tabla 1

Producto Bruto per cápita

Año

San Luis País Diferencia
1993 8.572 6.983 22,8%
1994 9.718 7.293 33,3%
1995 9.623 6.994 37,6%
1996 9.833 7.286 35,0%
1997 10.104 7.778 29,9%
1998 10.310 7.978 29,2%
1999 9.419 7.708 22,2%

Fuente: elaboración propia en base a datos de INDEC-CEI

Las consecuencias inesperadas del crecimiento económico

El desempleo y subempleo

Los indicadores que muestran resultados positivos del proceso de industrialización son categóricos. Sin embargo, no está tan claro el impacto de este crecimiento sobre el nivel de vida y las posibilidades de acceso a bienes materiales y no materiales de la población provincial. A priori y en esas circunstancias, se podría esperar un aumento en las oportunidades laborales para los trabajadores, una mejora en el ingreso de las familias y una distribución más equitativa de los recursos generados.

En realidad, en lo que hace al panorama de la ocupación en San Luis, si bien la tasa de desocupación se ha mantenido por debajo de los valores que corresponden al total del país, el nivel de desocupación ha crecido a un ritmo dos veces mayor que el nacional entre 1999 y 2001.

Por otra parte y para el mismo período, mientras la tasa nacional de subocupación se ha mantenido prácticamente estable, la correspondiente a la provincia de San Luis ha crecido a un ritmo nueve veces mayor. Es decir, la situación laboral en San Luis se está deteriorando mucho más rápidamente, aunque no alcance todavía los valores registrados para el total del país.

Este aumento sistemático podría responder a la asociación de dos factores: por un lado, la insuficiente generación de empleos –relacionado quizá con la destrucción de los mismos- y por otro, una mayor oferta laboral frente al creciente déficit de ingresos u ocupaciones en los hogares.

El análisis agregado de los datos muestra que el crecimiento del PBG no se ha correspondido con una baja en las tasas de subempleo y desocupación, a excepción de un corto período de finales de la década de 1980.

Gráfico 2

Fuente: elaboración propia en base a datos de INDEC – DGEyC San Luis

En San Luis, la tendencia de crecimiento del PBG no evidenció un impacto positivo sobre la creación de puestos de trabajo. Sólo al promediar la década del ochenta se observa una disminución importante del nivel de desocupación y subocupación pero, desde comienzos de los noventa, esta relación se invierte, e independientemente del crecimiento del PBG, se registra un aumento sistemático del desempleo.

Adicionalmente, a finales de los noventa se produce un notorio incremento de la subocupación y del empleo precario o “en negro” en el nivel general de empleo, registrando San Luis uno de los crecimientos más altos del país (Olguín et al, 2001).

El ingreso y su distribución

En este contexto, el estudio del ingreso y su distribución aparece como un dato insoslayable a tener en cuenta para analizar el impacto del proceso de crecimiento económico sobre las condiciones de vida de la población.

En general, altos y sostenidos niveles de crecimiento económico están asociados a procesos de elevado desarrollo humano. El crecimiento económico, por otra parte, está ligado a la expansión en la disponibilidad de recursos para producir -sintetizado a través del incremento de los bienes de capital-, a la utilización plena de los mismos y a la productividad del sistema.

Existe una fuerte correlación entre el nivel del ingreso por habitante alcanzado por los países de mayor industrialización y el de desarrollo humano al que han accedido. En general los países que han alcanzado un alto nivel de desarrollo humano han accedido a elevados niveles de ingreso por habitante y viceversa. Pero a niveles medios y bajos de ingreso por habitante esa relación no se presenta de manera unívoca. Esto significa que no existen relaciones automáticas (PNUD, 1996).

En efecto, a pesar de su incuestionable crecimiento económico, San Luis presenta actualmente la peor desigualdad de ingresos de toda la década: el 10% más rico de la población gana 26,4 veces más que el 10% más pobre. En el año 1999 esa brecha era de 17,7 veces y en 1992 de aproximadamente 11 veces.

Gráfico 3

Fuente: elaboración propia en base a datos de INDEC-EPH

De acuerdo con información del INDEC[2], la concentración del ingreso reconoce cifras récord debido al crecimiento notable del estrato alto -últimos dos deciles[3]– y la caída en la participación de los sectores medios en general y bajos –primeros dos deciles de menores ingresos- en particular.

Si se considera la distribución de la población según la escala de ingreso de la ocupación principal para la onda Octubre 2000 del aglomerado San Luis y El Chorrillo, el 10% más pobre es la gente que gana entre 15 y 100 pesos por mes y el 10% más rico es la que gana entre 900 y 4000 pesos mensuales (se consideran como ingresos tanto los provenientes del trabajo asalariado, cuentapropista o profesional como los de los jubilados, patrones, empresarios o rentistas).

En la Tabla 2 se presenta la información del ingreso de la ocupación principal por deciles de ingreso y el acumulado por estrato, agrupando categorías de deciles en función del monto de ingresos percibidos.

Tabla 2

Escala de ingreso de la ocupación principal

San Luis y El Chorrillo – Octubre 2000

Estrato

Decil de

Ingresos

Escala de Ingreso

Desde Hasta

Porcentaje del Ingreso

Acumulado por estrato

Bajo 1 15 100 1,3
2 100 150 2,7 4,0
Medio Bajo 3 150 200 3,9
4 200 300 5,7 9,6
5 300 350 6,8
Medio Pleno 6 350 400 8,3
7 400 500 9,7
8 500 600 11,8 36,6
Alto 9 600 850 15,9
10 900 4000 34,1 50,0

Fuente: elaboración propia en base a datos de INDEC-EPH

El acumulado por estrato indicaría que, estadisticamente,de cada 10 personas, 2 ganan lo mismo que las 8 restantes juntas. Adicionalmente, se observa que el 80% de la población sanluiseña con ingresos gana menos de 600 pesos por mes.

De acuerdo a estos datos, el 10% más rico de la población de la provincia de San Luis recibió, a Octubre de 2000, el 34,1% de los ingresos y el 10% más pobre apenas el 1,3% de los ingresos totales. Y si se considera a una franja más amplia, surge que el 20% más rico se quedó con el 50% y el 20% más pobre sólo con el 4%.

Gráfico 4

Fuente: elaboración propia en base a datos de INDEC-EPH

Evolución de los ingresos

El análisis específico de lo sucedido en la provincia de San Luis en la última década (1992-2000), según datos de la EPH[4] del INDEC, evidencia una caída sustancial de los ingresos de quienes reciben menos de $150 (deciles 1 y 2), ya que en ese período su participación en la distribución de los ingresos se vio reducida en un 44,76%. En contraposición, quienes se encuentran en los niveles más altos de ingresos, vieron incrementada su participación en más del 10%. De esta manera, los sectores bajo y medio bajo sufrieron la mayor pérdida relativa de ingresos en beneficio de los sectores que más ganan, favoreciendo una dinámica de fuerte concentración del ingreso.

Por otra parte y también según datos de la EPH del INDEC, si se compara la participación de los distintos deciles en el período 1999-2000, se observa que la situación regresiva se agudiza: en sólo un año quienes perciben los menores ingresos vieron reducida su participación en casi un 25%. Globalmente, todos los estratos perdieron una parte sustancial de su participación, excepto el estrato alto, que ganó más de un 10%.

El actual nivel de concentración del ingreso, medido por la participación del estrato más alto de los perceptores, muestra valores tan altos que el correspondiente al Gran Buenos Aires (GBA)[5] parece pequeño en comparación, ya que para ese mismo período registró un aumento de participación del estrato alto de tan sólo un 0,9%, el estrato bajo registró una disminución del 4%, el estrato medio pleno experimentó una caída del 1% y el estrato medio bajo aumento su participación en un 0,7% (Consultora Equis, 2001).

Si se grafica la evolución 1992-2000 de los deciles de ingreso del aglomerado San Luis y El Chorrillo se advierte que a partir del sexto decil el incremento en la participación de la distribución del total de los ingresos es positivo, alcanzando la última categoría el mayor coeficiente: 11,85%. Por otra parte, los deciles que corresponden a las escalas de ingreso más bajas han reducido sensiblemente su participación, siendo el valor más significativo el correspondiente al primer decil, que disminuyó en un 53,47%, tal como se visualiza a continuación.

Gráfico 5

Fuente: elaboración propia en base a datos de INDEC-EPH

Por su parte, si se analiza la evolución de la brecha de ingresos (el 10% más rico con respecto al 10% más pobre) para San Luis en la última década y se la compara con la de los aglomerados urbanos que releva la EPH, se observa que la brecha de ingresos de San Luis presentaba un crecimiento en ese período del 94,3%, -sólo superado por la ciudad de Buenos Aires- y muy distanciado del 57% que es el promedio del país, según se consigna en la tabla parcial que se muestra a continuación (López et al, 2000).

Tabla 5

Evolución de la brecha de ingresos entre el 10% más pobre y el 10% más rico

de la población perceptora de ingresos para el período 1990-1999

Provincia Aglomerado urbano Brecha 10% 1990 Brecha 10% 1999 Evolución % 1990-1999
Ciudad De Bs As Ciudad De Bs As 39,2 89,0 127,0
San Luis San Luis/ El Chorrillo 10,6 20,6 94,3
Buenos Aires La Plata 9,8 17,7 80,6
Salta Gran Salta 18,9 32,4 71,4
Santa Cruz Río Gallegos 8,2 13,8 68,3
Gran Buenos Aires Metropolitana 15,3 24,1 57,5
Promedio País Total 15,1 23,7 57.0

Fuente: elaboración Consultora Equis con datos EPH-INDEC

La evolución de la brecha de ingresos evidencia un mayor nivel de deterioro de la equidad por parte de la muestra que representa a la provincia de San Luis respecto del resto de los aglomerados relevados por la EPH, situación que se ha profundizado en las últimas mediciones.

Finalmente, si se realiza un análisis particular para la provincia de San Luis considerando los datos de la EPH hasta Mayo de 2001, la evolución de la participación de cada decil de población en el total de ingreso que se distribuye marca un franco retroceso del correspondiente al 10% de población que concentra los menores ingresos: entre el comienzo y final de la serie el primer decil perdió un 29% de su participación, mientras que el decil de mayores ingresos ganó un 21%[6].

Estos datos estarían indicando una marcada transferencia de ingresos desde los sectores de menores ingresos hacia los de mayores ingresos, configurando un escenario fuertemente regresivo.

Gráfico 6

Fuente: elaboración propia con datos EPH-INDEC

Conclusiones

La actividad económica, las condiciones en que operan los mercados de trabajo y, de manera especial, el impacto que generan las políticas públicas sobre estos factores y las instituciones sociales, ejercen efectos directos sobre las condiciones de vida, la movilidad social y el grado de desigualdad de una sociedad.

En igual sentido, la eficacia social de un modelo de desarrollo puede apreciarse a través de las variaciones que registran el producto, las oportunidades de empleo y la distribución del ingreso. La mayor inequidad en la estructura distributiva es un buen indicador de la desigualdad en el sistema de oportunidades sociales y es idóneo para identificar las formas poco equilibradas de recargar los costos y repartir los beneficios del progreso económico. Por el contrario, una distribución progresiva del ingreso contribuye a fortalecer procesos de inclusión y movilidad social ascendente que son parte esencial de la modernización económica y de las legítimas aspiraciones de una sociedad.

De acuerdo con estas premisas, es dable esperar que un crecimiento económico sostenido amplíe las oportunidades de empleo de una sociedad, mejore las condiciones materiales de vida de la población y haga más justa y equitativa la distribución del ingreso entre las familias.

La conjunción de la restauración democrática con los planes de radicación industrial parecieron ser los primeros y firmes pasos hacia el desarrollo para la provincia de San Luis. Sin embargo, veinte años más tarde, cuando comienzan a desaparecer los beneficios para las industrias, aún quedan muchas expectativas sin concretarse.

Si bien a partir de la puesta en marcha de los planes de radicación industrial se produjo un espectacular crecimiento en el PBG –basado principalmente en la industria manufacturera- a este crecimiento no ha correspondido una baja en las tasas de subempleo y desocupación, a excepción de un corto período de finales de la década de 1980.

En lo que hace al panorama de la ocupación, si bien la tasa de desocupación se ha mantenido por debajo de los valores que corresponden al total del país, el incremento de la desocupación y el subempleo ha experimentado una aceleración muy superior a la del resto del país.

Los problemas del empleo en San Luis se manifiestan también en el crecimiento del empleo no registrado, acompañado por el deterioro de la calidad de trabajo preexistente. Al respecto, resulta muy significativo que sea San Luis la provincia donde más ha crecido el porcentaje de asalariados “en negro”.

La distribución del ingreso muestra en San Luis una alta concentración, que además se ha profundizado sensiblemente en épocas recientes: el 10% más rico percibe un ingreso 26 veces superior al del 10% más pobre.

El análisis de la última década evidencia una caída sustancial de los ingresos de quienes reciben menos de $150: en el período analizado su participación en la distribución de los ingresos se vio reducida en un 44,76%. En contraposición, quienes se encuentran en los niveles más altos de ingresos, vieron incrementada su participación en más del 10%. De esta manera, los sectores bajo y medio bajo sufrieron la mayor pérdida relativa de ingresos en beneficio de los sectores que más ganan, favoreciendo una dinámica de fuerte concentración del ingreso.

Los nuevos procesos de desigualdad operados en la distribución del ingreso y en las oportunidades sociales de los habitantes de San Luis indican que los beneficios del crecimiento económico se han distribuído inequitativamente y cuestionan la eficacia social del modelo de desarrollo de industrialización programada.

 

 

Bibliografía

  • Beccaria, L. (1999) “Un análisis de la estructura distributiva del nuevo régimen económico”. ENOIKOS – UBA. Año VII Nº 15, Agosto 1999
  • Consultora Equis (2001), Distribución del ingreso y caída de la clase media en el último año. Equipos de Investigación Social. http://www.lanzadera.com/consultoraequis/
  • DNPER-MECON (1999), Ministerio de Economía-Dirección Nacional de Programación Económica y Regional, http://www.mecon.gov.ar/index/
  • López, Artemio et al (2000), La distribución del ingreso en la década de los años noventa. EQUIS.
  • Olguín, J. et al (2001). Crecimiento económico y desigualdad social: el caso San Luis. XXIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS). Guatemala.
  • Páez, M. et al (2000). Crecimiento e inequidad en San Luis: dos caras de una misma moneda. 13º Congreso Nacional de Profesionales en Ciencias Económicas. FACPCE-CPCERN. Vol.7, pág.203.
  • PNUD (1996), Informe Federal Desarrollo Humano Capítulo 1. CD Rom.

* Investigadores participantes del PROICO-UNSL 59903: El Mercado Laboral en la provincia de San Luis

[1] En 1982, la ley nacional 22702 otorgó a las provincias de San Luis y La Rioja un conjunto de beneficios promocionales –basados en la liberación del Impuesto al Valor Agregado (IVA)- para las empresas que se radicaran en la provincia.

[2] INDEC: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos

[3] Para el estudio de la distribución del ingreso, habitualmente se divide la población en partes de igual número de individuos, generalmente 5 ó 10, denominados quintiles y deciles, respectivamente.

[4] EPH Encuesta Permanente de Hogares

[5] El GBA comprende la Capital Federal más los partidos del conurbano bonaerense y concentra casi el 40% de la población del país, y más del 50% de los flujos económicos totales.

[6] Según el Informe Técnico “San Luis-El Chorrillo – Impacto del cambio del diseño muestral” de la Dirección de Encuestas a Hogares del INDEC, el aumento del peso del decil 10 en la onda Octubre de 2000 a partir del registro de una indemnización por un monto de $60.000 ha determinado que el decil esté sobreestimado. Una simulación efectuada por ese organismo, con montos de indemnización acordes con los que se captan habitualmente (hasta $10.000), permite inferir que el decil 10 debería tener un peso alrededor de 40% frente al 45% consignado en esa onda de la EPH.

San Luis, ¿modelo nacional?

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